miércoles, 14 de septiembre de 2011

Aristóteles Sócrates Onassis (Αριστοτέλης Σωκράτης Ωνάσης) (Esmirna, 15 de enero de 1906 - Neuilly-sur-Seine, 15 de marzo de 1975) fue el magnate griego más famoso de la industria naviera del siglo XX y el hombre más rico del mundo en su época, tanto así, que se decía que "de vender todos sus activos, Wall Street temblaría".
Onassis, nació en Turquía, en un territorio anexionado por Grecia, donde su familia disponía de una vida bastante cómoda económicamente hablando, pero tras que Turquía recuperase sus territorios, los Onassis, al ser de procedencia griega, fueron expulsados del país y sus propiedades confiscadas. Cuando regresaron a Grecia, los ahorros familiares habían mermado en gran medida.
Ya en Grecia, el padre de Aristóteles, Socrates Onassis trató de recuperar la fortuna familiar, con el comercio, algo en lo que tuvo cierto éxito. Por su cuenta, Aristóteles se fué a Argentina, donde con su innata capacidad para la persuasión y el uso de información, consiguió mover los contactos necesarios para alcanzar gran éxito en el negocio del tabaco, tras lo cual buscó introducirse en el mundo del transporte marítimo, lo cual hizo mediante dos movimientos, una fuerte serie de inversiones y un muy conveniente matrimonio con la hija y heredera de una de las familias más importantes en el negocio, Athina Mary Livanos.
El éxito no se hizo esperar, una vez que su flota de barcos estuvo consolidada, Onassis, diversificó y adquirió la poderosa aerolínea insignia de Grecia, Olympic Airlines, la cual pasó en sus manos, a liderar de forma indiscutida el área, invirtió fueremente en bienes raíces, siendo su principal foco en este ámbito su magnífica sede en Nueva York, la Torre Olympic y en segunda, su magnífica asociación con el Príncipe Raniero III de Mónaco, alianza que le permitió literalmente, poseer más de la mitad del principado, a través de propiedades, inversiones y acciones. Para entonces, Onassis, se había convertido en el hombre más rico del planeta y en el magante naviero más poderoso de la industria.
En paralelo a su exitosa vida profesional y empresarial, estaba su tormentosa vida privada, casándose dos veces, la primera con Athina Mary Livanos, quien le dió dos hijos Alexander y Christina Onassis y la segunda con nada más que la ex Primera Dama de Estados Unidos, Jacqueline Kennedy, además de involucrarse en otros romances de alto perfil, tal como su relación con María Callas.
No obstante, y a pesar de todo su éxito, el final de su vida se vio sumido por la tragedia. Su hijo heredero falleció con tan sólo 23 años de edad, su hija constantemente lo desafiaba y poco le faltó para perder su fortuna e imperio, gracias a una alianza que decidieron pactar sus competidores, de lo que logró escapar ileso gracias a la nacionalización del Canal de Suez por parte del gobierno de Nasser en Egipto.
Falleció poco tiempo después, a causa del deterioro físico causado por su constante hábito de fumar habanos, lo cual le condujo a una neumonía, y por el desgaste que le implicó el estrés de sus últimos días.

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